Las caidas en el adulto mayor y sus consecuencias

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Las caídas son frecuentes en el adulto mayor; sin embargo, no suponen una consecuencia normal del proceso del envejecimiento, más bien, es un claro marcador de discapacidad en el anciano.


La caída se define según la OMS como la consecuencia de cualquier evento que precipite una persona al suelo en contra de su voluntad y los factores de riesgo para sufrir una caída son : disminución de la fuerza muscular, caídas previas, fallas en la marcha y el equilibrio, uso inadecuado de bastón, depresión, deterioro cognitivo, osteoartrosis, déficit visual, fármacos (en especial los fármacos para la presión, arritmia y enfermedades mentales incluidas las benzodiazepinas), barreras en el domicilio y fuera de este, así como uso de calzado inadecuado.


Las intervenciones para disminuir el riesgo de caídas se deben de dar por un equipo de médico y terapistas físicos y consta de ejercicio físico, valoración de la dependencia física, de fármacos utilizados, estado de enfermedades previas y modificación del entorno del paciente.


Las caídas generan severas consecuencias en un adulto mayor y traen detrás múltiples problemas, por ello para evitarlas debemos evaluar al paciente por un equipo multifuncional donde las principales estrategias son el ejercicio físico, la reducción de la polimedicación y retiro de ser necesario.

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